sábado, 10 de mayo de 2014

Fragmento de "El último chamán porteño", de Luis Mazzarello

"Baten alas, baten alas, dejan atrás la noche. Vuelan hacia el sur. El sol retrocede a su lado. Abajo las olas rompen contra los peñascos. Una ballena salta. Permanece en el aire sobre las aguas oscuras. Cae. La espuma los salpica. Las últimas gotas mutan a estrellas. Los rayos solares rezagados se esconden tras los cerros afilados. Navegando en la negrura, un iceberg resplandece. Más allá está la plataforma. Elevada sobre la masa de hielo, resplandece acerada bajo la luna. Las antenas, como los sicomoros de la Logia Negra, juegan a la ronda, ronda. Alrededor bailan doce astronautas. Las escafandras espejadas se enfocan en ellos. Señalan enguantados. Las antenas vibran. Se ven reflejados en las doce escafandras. Baten alas, baten alas, se elevan. La antenas se estiran, sus extremos resplandecen, arrojan rayos índigo. Un rayo da en el blanco"

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